Un simpático cuarteto de culto
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“Proyecto Cubo 2009”: cuatro artistas juntos durante todo un año
Por Svenja Beller
Un buen equipo: Jorge Opazo, Néstor Zonana, Catalina Schliebener, Mónica Potenza y Esteban Rivero.
Famosos superhéroes posan en albornoz con pistolas en sus manos apuntando al cielo, viejos muñequitos de Disney ruedan en montón sobre el lienzo, sabrosas hamburguesas son convertidas en reliquias, unos black comics nos cuentan aventuras en mundos de fantasía. Las obras tienen algo de culto, a veces llevan a la infancia, como cuando, sentado en el piso, uno se devora un cómic detrás del otro o se deslumbra frente al televisor viendo Mickey Mouse. Las imágenes son similares, pero totalmente distintas. Ellas nacen de la creatividad de estos cuatro jóvenes artistas y, en ningún caso, están colgadas azarosamente en esta galería que rememora la arquitectura industrial. Néstor Zonana las colocó allí, él eligió las obras y los artistas. Mónica Potenza, Esteban Rivero, Catalina Schliebener y Jorge Opazo son los nuevos nombres de este año.
Pero esto es más que una exposición a la que estamos acostumbrados. Las obras no aparecen colgadas un día y desaparecen en un par de semanas. Esto es un gran proceso, dura un año y lleva el bello nombre de “Proyecto Cubo”. “Un cubo tiene seis lados y el proyecto está integrado por seis personas: los cuatro artistas, un crítico y yo”, dice el curador Néstor Zonana. El proyecto de la galería “Pabellón 4” en el corazón de Palermo va este año por su cuarta edición. Cada año se vuelve a mezclar el mazo: nuevos artistas, nuevos críticos, un nuevo tono. Sólo él y la galería son los mismos, agrega Zonana.
La idea es sofisticada y única en Argentina: en lugar de convocar a artistas que se sabe que ya son buenos, este año prueban un nuevo método en todos los sentidos. Néstor Zonana propone distintas formas de representación, fotografía, instalación o collage, y consigue sacarlas de sus temas clásicos. Individualmente o en grupo, los cuatro artistas prueban cosas nuevas y descubren nuevos aspectos de sí mismos. Eso para los artistas y para el público es muy interesante. Durante doce meses se puede seguir el desarrollo de verdaderos talentos, esperar ansiosamente la próxima exposición, asombrarse con los avances y los cambios. “La gente termina haciéndose fans y está a la expectativa de su artista preferido”, dice Néstor Zonana sobre el público.
Este año es especial por dos motivos. Por un lado, dos artistas extranjeros forman parte por primera vez del proyecto, los chilenos Catalina Schliebener y Jorge Opazo. Por el otro, ellos son pareja, al igual que sus compañeros argentinos, Mónica Potenza y Esteban Rivero. Su primera presentación colectiva la llamaron, debido a esta extraña constelación, “Swinger”. En equipo diseñaron los folletos y las cartas, siempre con la aprobación de Zonana. Él pasa cada dos días a ver a sus protegidos para participar del proceso.
Desde hoy, Mónica Potenza expone su instalación sobre una llamativa interpretación de hamburguesas, que luego será reemplazada con la muestra colectiva “Crossover”. La idea es que los cuatro crucen sus obras, reinterpretándolas. Desde el 7 hasta el 25 de julio estarán estos cruces en “Pabellón 4”. Le sigue la presentación de Jorge Opazo. “Esta vez me toca trabajar doble doble”, dice el artista chileno de ojos marrones con una sonrisa. Mientras los otros se pueden concentrar en el trabajo colectivo, el chileno debe agarrar el pincel para su propia muestra. Los cuatro se entienden muy bien, a pesar de que no se conocían de antes. Están entusiasmados con el proyecto y con Néstor Zonana, con quien ya tienen una amistad.
