Un artista único

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Excelente muestra de Xul Solar en el Malba

Por Susanne Franz


“Pareja”, 1923.

El artista argentino Xul Solar nació en 1887 en Buenos Aires como Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari. Fue hijo único de padre letón y madre italiana. Estudió arquitectura durante dos años, y aprendió a tocar el violín. Como muchos intelectuales jóvenes de la época, Xul pasó algunos años estudiando en Europa. Entre 1912 y 1924 estuvo en Londres, París, Milan y Munich. Aprovechó para conocer la historia del arte, se conectó con las vanguardias de ese tiempo revoltoso, pero además empezó a dedicarse al estudio de la obra de Rudolf Steiner y del esotérico inglés Aleister Crowley. Desde temprano, el interés de Xul abarcó mucho más que el arte: se extendió a las religiones, la metafísica, la mitología y la astrología.

Usó la pintura como medio de expresión para su creación artística —casi todas sus obras son acuarelas—, pero su trabajo y su dedicación se dirigieron siempre más allá del arte, a la búsqueda de una verdad que abarcara todo, el impulso de crear conexiones y redes entre los idiomas, los pueblos, las religiones y las opiniones.

Xul hablaba ocho idiomas, y durante toda su vida se dedicó a inventar nuevos sistemas lingüísticos unificadores. Para su “neocriollo”, que conecta el castellano, el portugués y hasta elementos del guaraní, desarrolló una gramática; pero le faltaba el tiempo para perfeccionar su “panlengua”, que había ideado como lengua universal. Además, Xul era inventor, creó juegos, y desarrolló instrumentos de música y títeres.

Hacia el final de su vida —Xul murió en el año 1963 en el Tigre, donde había nacido— disfrutó de algún reconocimiento para su obra artística, pero nunca fue tan famoso como su amigo pintor de los días de viajes, Emilio Pettoruti, o tan radical como otro amigo, el gran pensador y escritor argentino Jorge Luis Borges.

La obra de Xul Solar no tiene precursores ni discípulos: como personalidad y como artista, es una aparición única en el cielo de la creatividad humana.


“Mensaje”, 1923.

Con 130 obras, la muestra “Xul Solar. Visiones y revelaciones”, que se inauguró en el Malba el 17 de junio, demuestra su brillo y su excepcionalidad de una manera muy lograda. La curadora Patricia Artundo armó con inteligencia la exposición en el segundo piso del museo, presentándola en varias secciones temáticas. Pero además sigue un hilo cronólogico que permite al visitante tomar parte en el proceso de crecimiento artístico y espiritual de Xul Solar.

Por otra parte, Artundo se hizo cargo de la producción del catálogo bilingüe (castellano/inglés), que contiene imágenes impresionantes y muy buenos ensayos de ella misma, Jorge Schwartz, Daniel Nelson, Annick Louis y otros.

La muestra nació de una colaboración estrecha con la Pinacoteca de San Pablo, de donde provienen muchas de las obras. En septiembre, la retrospectiva se va a mostrar allí, y después viajará al Museo Rufino Tamayo de México y a Houston, Texas.

En el Malba, la muestra de Xul Solar se puede ver hasta el 15 de agosto. Es decididamente la mejor exposición que ofrece Buenos Aires en este momento.

(“Xul Solar. Visiones y revelaciones”. Curadora: Patricia Artundo. MALBA, Av. Figueroa Alcorta 3415. Jue-Lun 12-20, Mie 12-21 hs, martes cerrado, entrada 7 pesos, docentes y mayores de 65 años 3,50 pesos, jubilados y menores de 12 años gratis, miércoles entrada libre. 17.6.-15.8.)

Artículo publicado en el “Argentinisches Tageblatt” el 2/7/2005.

3 comentarios sobre “Un artista único”

  1. Sabrina dice:

    el primero lo tengo que dubujar y es dificilisimoo


  2. Camila dice:

    Me encanta tus pinturas!!!!! sos un genio


  3. Zai Creativa Gonzalez dice:

    SUBLIME, XUL ETERNO…!


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