Una compleja construcción de la identidad

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La intervención in-migración, migración, e-migración (un viaje eterno)” de Carola Zech en “Estudio Abierto 2005 – Puerto”

Por Susanne Franz

Para la escultora argentina Carola Zech, su participación de este año en el evento Estudio Abierto de la ciudad de Buenos Aires es una de sus apuestas personales más importantes. Tomando como punto de partida el puerto, uno de los temas centrales de Estudio Abierto es la inmigración y la compleja búsqueda de la identidad de los argentinos, que en su mayoría son descendientes de inmigrantes. De hecho, los cuatro abuelos de Carola son alemanes.

“Cuando uno de los oficiales de la Marina me mostró el Apostadero Naval y caminamos por donde iban los inmigrantes desde el barco hasta el Hotel de Inmigrantes, se me vinieron a la cabeza las caras de mis abuelos”, cuenta Carola conmovida. Los abuelos, esos que nunca pudieron liberarse de la idea de su patria abandonada, que equiparon su casa de manera similar a como vivían en Alemania, que hablaban alemán con su nieta, que a su vez no quería saber nada con eso. “Fue difícil para mí aceptar mis raíces”, dice Carola. Sus padres, ya nacidos en Argentina, lo pudieron llevar bien, agrega, pero ella tuvo problemas para construir su identidad. Solo después de viajar y pasar largos períodos en Alemania, visitar los lugares donde habían vivido sus abuelos (quienes nunca más volvieron a Alemania), logró un “regreso” definitivo a la Argentina y aceptó que iba a llevar por siempre en su corazón las dos almas.

El proyecto de Carola Zech “in-migración, migración, e-migración (un viaje eterno)” en el marco de Estudio Abierto 2005 consiste en intervenir la entrada del Hotel de Inmigrantes y del espacio que lo rodea. Las estampas pegadas sobre la entrada y el piso llevan los colores de las banderas alemanas y argentinas. Ambas banderas se entrecruzan una sobre la otra, pero no de forma lineal, sino que conforman un tejido orgánico. Al final hay una bandera en que se mezclan todos los fragmentos (“¡Mi bandera personal!”, dice Carola).

En las estampas hay palabras y frases, como “uno para el otro”, “uno junto al otro”, “uno sin los otros”, tanto en español como en alemán, o también mezclando los dos idiomas. Se trata siempre de relaciones espaciales y afectivas entre los hombres, de la construcción o el desgarramiento de los vínculos afectivos.

También hay pegadas letras que tienen un color distinto del fondo o que Carola trabajó en negativos dejando un lugar en blanco donde debía haber algunas letras. “Emigrar siempre significa dejar un lugar vacío cuando uno se ha ido, y llenar uno nuevo al que uno ha llegado”, afirma Carola.

La obra de Carola Zech describe sensiblemente el doloroso proceso de construcción de una nueva identidad que los inmigrantes vivencian y que continúa en la generación de los nietos. Resulta interesante que la escultora haya elegido para este proyecto el lenguaje de arte fugaz, efímero. Si bien la artista ocupa toda la sala, su intervención es como una escultura sin objeto. La tridimensionalidad lo logra el propio observador en la medida que se mueve en el espacio atravesando, rodeando la obra de Carola.

La construcción del espacio a través del movimiento y, por ende, la construcción del tiempo son los componentes con los que cada observador completa la obra de Carola Zech. Y uno podría agregar que cada biografía en particular contribuye a la construcción de una historia común.

Para “continuar” su proyecto migrante, Carola Zech tiene ganas de publicar un libro que recopile la inmigración alemana en Argentina junto con la documentación de su intervención. Para poder realizar este libro, la artista solicitó el apoyo de la Embajada alemana en Buenos Aires. Además, sueña con poder realizar una exposición similar en Alemania, en el lugar desde donde emigraron sus abuelos.

(“Estudio Abierto 2005 – Puerto”. Apostadero Naval/Museo Hotel de los Inmigrantes, Av. Antártida Argentina 1201, y otros sitios de Puerto Madero. Horario: 14-23. Hasta el 4 de diciembre)

Este artículo se publicó el 3 de diciembre de 2005 en “Argentinisches Tageblatt”.

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