Bien rugido, león

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Carlos Regazzoni en el Centro Cultural Borges

Por Svenja Beller

Con un cigarrillo en una mano y con una lata de cerveza en la otra, camina con paso pesado por su exposición. Se mueve entre pinturas coloridas y salvajes, pequeñas chatarras de avión e invitados elegantes. Se acerca al micrófono, ruge pidiendo un poco de silencio, él no lo necesita. Carlos Regazzoni no combina con la refinada sala del Centro Cultural Borges. Con su campera de bombero amarilla y negra, que no logra esconder su panza, y sus formas desestructuradas, se comporta al lado del director del C.C. Borges, Roger Haloua, más como un bebé gigante que como un artista. Pero así es Carlos. Regazzoni es un artista excéntrico, delirante, que hace lo que quiere, que no necesita explicar su arte, que prefiere aullar como un lobo y eructar.

En la apertura de la exposición “Vol de nuit”, el último miércoles a la noche, el director Roger Haloua les contó a los invitados de la vernissage que Carlos Regazzoni se encuentra entre los artistas argentinos más reconocidos en Francia. Su obra, dice Haloua, rinde homenaje a pilotos como Antoine de Saint-Exupéry y Jean Mermoz, pioneros de la aviación. Hasta el 15 de junio le concede su espacio a la obra de Regazzoni. Haloua lo ha invitado a exponer, ya que hace tiempo sigue la obra del artista.

Las pequeñas y grandes esculturas sobre aviones están hechas todas de chatarra. Regazzoni recogió este material de la calle, no tuvo que comprar nada en particular para hacer sus obras. Las concibió durante los últimos años, entre París y Argentina. Todas las pinturas, ruge orgulloso, las realizó en doce horas. Le gusta shockear a la gente, ser diferente. Sus pinturas también tienen un carácter salvaje. Rasgos dinámicos, colores fuertes, composiciones turbulentas. Se corresponden con su melena gris: impetuosa, bruta, no obstante, fascinante y originalmente bella. Es inútil buscar pinceladas finas. Su obra vive de la dinámica del instante. Igual que él.

• Carlos Regazzoni, “Vol de Nuit”. Centro Cultural Borges, Viamonte/San Martín. Lunes a sábado, 10-21, domingos 12-21 horas. Entrada: 8 pesos, jubilados y estudiantes 5 pesos. Del 20 de mayo al 15 de junio.

Foto arriba:

Las esculturas de Carlos Regazzoni están hechas todas de chatarra.

(Foto: Svenja Beller)

Publicado en “Argentinisches Tageblatt” el 29 de mayo de 2009.