Una visita a la Galería Virtual

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El experimentado Santiago Bengolea crea la primera galería en Internet

Por Svenja Beller

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“Red Galería”: la ilusión de una galería en internet.

El edificio es blanco y liso y en una pared dice “Red Galería” con letra de molde. Si uno ingresa por las puertas de vidrio, se encuentra en el hall de entrada, todo vidriado. Después de pasar la recepción, a sus costados están las diferentes salas, a la izquierda una escalera al auditorio y a la derecha otra que conduce al sótano, donde está el archivo. Una galería muy normal. Aunque no tanto, porque esta galería se encuentra en el mundo virtual, en Internet.

Desde el 2007, “Red Galería” está en el ciberespacio y se entusiasma con el creciente número de visitantes. La idea fue de Santiago Bengolea, uno de los creadores de “Fundación Proa” y con una experiencia en el campo artístico de 20 años. Pero cuando “Proa” celebraba su décimo aniversario y funcionaba de maravillas, se aburrió. Estaba en la búsqueda de algo nuevo, tenía ideas y las terminaba desechando. Pensó mucho en Internet, y finalmente se le ocurrió poner arte en Internet. Y estaba buena la idea.

Pero no quería otro blog, otro sitio sin ningún fin en la inmensidad de Internet que termine pasando inadvertido. Tenía que ser algo que no existía aún, otra cosa. Entonces, Bengolea decidió subir no solo las obras de los artistas, sino la galería entera y que parezca lo más real posible. “Es la ilusión de una galería”, Bengolea define a “Red Galería”. Llevó ocho meses realizar la idea hasta que la galería de arte celebró su inauguración. Está abierta los siete días de la semana, las veinticuatro horas del día. ¿Cómo llegar? Muy fácil, un click y ya estás adentro.

Las exposiciones de las cuatro salas y el auditorio cambian con asiduidad, como en una galería real. Generalmente, hay un concepto, en cuyo espacio hay fotografía, nuevos artistas, proyectos especiales u obras que cuelgan de las paredes. Bengolea disfruta, precisamente, de la flexibilidad del mundo electrónico. “La ventaja de un lugar virtual es que se lo puede modificar todas las veces que uno quiera”. Por eso, a veces un proyecto se distribuye en muchas salas, sin atender el concepto originario. Si una muestra debe cederle el lugar a la otra, las obras no quedan perdidas en el sótano. Solo hay que ir a la escalera que lleva al archivo para encontrar a todos los artistas que pasaron por la galería. “Cada artista tiene su pequeño rincón”, dice Santiago Bengolea en referencia al archivo.

¿Cuál es la idea detrás de todo esto? “La galería no tiene un fin comercial, sino más bien cultural. Debe crear una red de artistas, como lo dice el nombre”, Bengolea explica sobre la diferencia sustancial respecto de una galería normal de vidrios y paredes. En el mundo virtual no hay limitaciones, el archivo tiene una capacidad infinita para crecer y formar redes. Por el momento, las muestras son de artistas argentinos, pero el proyecto está dando sus primeros pasos. “La galería fue creada en Argentina, pero está abierta a artistas de otros países”, enfatiza el mentor de “Red Galería”.

Junto con las salas de exposición, hay un blog en donde se documenta cada paso de la galería. Por ejemplo, difunde los proyectos físicos que se desarrollan en el mundo real. También en las exposiciones reales Santiago Bengolea busca la originalidad. Además de las galerías tradicionales, elige espacios como hoteles, una veterinaria o una disco gay. Eso atrae al público y lo poco convencional siempre llama la atención.
Así fueron los proyectos físicos que se le ofrecieron al público del proyecto virtual.

Al principio, Red Galería sufrió fuertes dificultades y bajos números de visitas. “El primer tiempo me sentí bastante solo, nadie me entendió a mí y a mi idea”, recuerda Bengolea. Sin embargo, la galería florece. Este año “Red Galería” por segunda vez tuvo su lugar en la feria arteBA, haciéndose ya un nombre en la escena artística. Naturalmente, la idea también fue acompañada por buenos contactos, los que Bengolea supo cosechar en su larga trayectoria.

Esperemos las nuevas sorpresas que traerá para el mundo del arte, cuando se vuelve a aburrir otra vez.

Entrar a la galería, por acá.

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