El orgullo del Oscar

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La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió en Casa Rosada al equipo de “El secreto de sus ojos”

Por Susanne Franz

oscar11.jpg“Cuando podemos contar nuestras historias y lo hacemos en equipo, podemos buenos resultados”, dijo la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando recibió en la Casa de gobierno al equipo de “El secreto de sus ojos”, ganadora del Oscar como mejor película extranjera. Mostrándose orgullosa, la Presidenta se dejaba fotografiar con la estatuilla dorada que es “un triunfo para todos los argentinos”. Cristina también contó lo que le provocó la película: empezó viendo el film recostada, pero al final la intriga puso ansiosa por saber cómo terminaba la historia: “El film es impresionante. Iba a pasar algo, pero no se sabía qué. Era una cosa que iba in crescendo. No te das cuenta de que dura dos horas”.

El director Juan José Campanella estaba feliz por el hecho de que, a partir del 7 de marzo, “El secreto de sus ojos” iba a ser proyectada por todo el mundo. Además, eso le dará repercusión a la producción argentina de cine en general. El actor Ricardo Darín agregó, precisamente, que este premio es una “alegría para todo el sector”.

Entretanto, “El secreto de sus ojos”, que regresó a la cartelera argentina, sigue batiendo récords: 2,5 millones de personas vieron el film en las salas (según Página/12 el mayor número de espectadores desde el regreso de la democracia), y ya se vendieron 106.413 en DVDs.

A continuación, la crítica de Max Neufeind.

Una película para reír y nunca olvidar: “El secreto de sus ojos” de Juan José Campanella

Por Max Neufeind

Luego de ocho años de “El hijo de la novia”, el cineasta Juan José Campanella vuelve a lograr una obra maestra con “El secreto de sus ojos” que, en apenas el primer mes, llevó a las salas a más de un millón de espectadores argentinos. Basándose en la novela de Eduardo Sacheri La pregunta de sus ojos, Campanella recrea parte de la historia argentina de los últimos treinta años a partir del destino de uno de los personajes.

Benjamín Expósito trabajó en los Tribunales de Buenos Aires y, cuando se jubiló, quiso convertirse en novelista. El tema de la primera novela de Expósito debía ser una historia estremecedora, cuyos personajes, en su tiempo, eran colaboradores del juzgado. En el año 1974, le tocó esclarecer un caso de una mujer asesinada brutalmente. Durante la investigación, Expósito conoce a Ricardo Morales, el marido de la víctima, quien estaba profundamente enamorada de su mujer. Conmovido por el dolor del hombre, Expósito decide ayudarlo en la resolución del crimen, incluso sobreponiéndose a la inoperancia del juzgado y la policía.

Expósito es seguido por Sandoval, su colega y amigo que cae con asiduidad en el alcohol para salir de su limitada rutina de vida. También lo ayuda Irene, la secretaría del juzgado y superior de Expósito, quien despierta sentimientos que él no se atreve a declararle.
Cuanta más luz echa Expósito en el pasado, más difícil le resulta acabar con la investigación. Narrar los sucesos no solo se convierte en un pasatiempo para ocupar las horas del día, sino también en un camino sinuoso que debe andar para comprender y justificar su propia vida. Expósito emprende, entonces, el viaje para encontrar el sentido de su vida y volverse a encontrar a la mujer que sigue amando desde hace más de 30 años.

Con esta historia, el director y autor Campanella crea un film tan impactante, tan horriblemente trágico y a la vez cómico que impresiona al espectador en todo sentido. La novela fue llevada a guión por el estilo dramático-cómico de Campanella, el mismo que ya había plasmado en 2001 con “El hijo de la novia”, película también premiada en distintos festivales y nominada al Oscar. Campanella logra la difícil tarea de contar una historia con la velocidad de un thriller y, no obstante, también detallar con increíble capacidad de observación y mucho amor las relaciones de los personajes. El compadre Sandoval, que hace las veces del Sancho Panza de Expósito, lo sigue en esta investigación hasta que termina sacrificando la vida por su amigo. Por otro lado, está la relación entre Expósito e Irene, la verdadera historia de amor, que no se puede consumar y que, incluso pasado los años, persiste. Cualquier paralelismo con El amor en los tiempos del cólera de García Márquez no es casualidad.

El nivel de “El secreto de sus ojos” se debe también a la gran actuación de Ricardo Darín. En su patria, el argentino es una verdadera estrella que trabaja hace más de 30 años en cine y teatro, siendo su punto fuerte la tragicomedia. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina reconoció a la dupla Darín-Campanella y los promovió a la nominación del Oscar como mejor película extranjera. La nominación y posterior entrega del Oscar hicieron que “El secreto de sus ojos” sea conocida en el mundo entero. Esta obra de arte se lo tiene más que merecido.

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Juan José Campanella, Guillermo Francella, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner (con el Oscar), Soledad Villamil y Ricardo Darín.
(Foto: Presidencia de la Nación)

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