Formas contenidas (1995)
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Las esculturas de Ana Lizaso combinan pasión y precisión
Por Susanne Franz
Desde el 3 y hasta el 29 de abril, la escultora Ana Lizaso expone sus obras del último año y medio en la Galería Atica. Ya en el pasillo con aire de patio que lleva a la galería situada en planta baja, hay dos esculturas en gris y verde tenues. Adentro, dos obras grandes dominan la sala principal, en amarillo y azul. Hay una sola obra -naranja-rojo shocking- en la salita al lado. En la entrada se encuentran varias esculturas más chicas arriba de una tarima. Hay perfección por donde se mire: en las superficies lisas, los colores fuertes, los puntales y bisagras. El “vacío” parece tener gran importancia, al igual que el espacio formado por las planchas de hierro que constituyen los planos.
La misma precisión se nota en el montaje de la muestra, hasta en la iluminación creada por Ernesto Diz. Pero aunque las obras de Ana Lizaso emanen tanta claridad y decisión, también poseen una peculiar tensión que delata una pasión secreta, un anhelo de liberarse de las cadenas y los obstáculos.
Aunque prisioneras de su fría precisión, las obras de Lizaso dejan ver una tensión palpable. Esa capacidad de capturar tal contraste da cuenta de la gran habilidad de una artista versátil y disciplinada que además sabe expresar sentimientos: los suyos y los de los demás.
Se va a exponer una escultura de gran tamaño de Ana Lizaso en “arteBA” en el Centro Cultural Recoleta (desde 20/04).
La muestra en Atica, Libertad 1240, PB “9” se extiende hasta el 29 de abril.
Publicado en “Argentinisches Tageblatt” el 15 de abril de 1995.