Fragmentos de culturas perdidas (1998)

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Alda María Armagni expone grabados en Atica

Por Susanne Franz

La grabadora Alda María Armagni -desde 1991 miembro de la “Academia Nacional de Bellas Artes”- se nutre del universo del arte y la cultura precolombinos. Ha emprendido extensos viajes por el continente latinoamericano, y también ha visitado Europa y África para estudiar sus culturas. En su “Serie Latinoamericana” -que expone en estos días en la Galería Atica- sigue las huellas de los pueblos originarios, los primeros dueños de estas tierras. Pero con todo, no se copia del arte precolombino, sino que utiliza sus símbolos y los incorpora con maestría a su propio lenguaje artístico.

En sus nuevas obras, Alda Armagni ha sumado otra dimensión de sentido: incluye en ellas la recepción del arte precolombino, el efecto que tienen esas antiguas culturas en la actualidad. Armagni subdivide los cuadros en diferentes segmentos o destaca ciertos planos trabajándolos de una manera intrínseca, y crea así la ilusión de que en sus obras aparecen fragmentos, pedazos o jirones de artefactos, caras o partes de esculturas que parecen haber sido reconstruidas cuidadosamente después de su rescate arqueológico.

A nosotros que contemplamos con admiración, amor y asombro estos hermosos artefactos, nos parece que vienen de un pasado que ya no nos toca. Pero quizás nos equivoquemos y sí posean importancia para nuestras vidas, aunque apenas entendamos sus mensajes. La obra de Alda María Armagni gira en torno a la búsqueda de identidad y sus raíces lejanas. Además, sus obras son misteriosamente evasivas, como una hermosa melodía que se desvanece en el viento. Son complicadas y a la vez directas, como ella misma. No es fácil encontrar y apreciar quién es verdaderamente ella, entre su obra compleja y su agradable personalidad.

Esta recomendable muestra -que incluye tres tomos de poemas ilustrados por Armagni- se puede visitar hasta el 31 de octubre en la Galería Atica, Libertad 1240, P.B.

Publicado en “Argentinisches Tageblatt” del 17 de octubre de 1998.

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