Triunfo de la belleza (2002)

Klicken Sie hier, um die deutsche Version zu lesen.

Los clásicos modernos de Leonel Luna

Por Susanne Franz


La “Manifestación” de Berni, actualizada.

Las “pinturas digitales” que expone Leonel Luna en la galería Luisa Pedrouzo son foto-montajes de gran tamaño con elementos pintados, que —salvo dos excepciones— tienen en su composición como referencia los clásicos de la historia del arte rioplatense. Entre ellos, lo que le interesa especialmente a Luna es Antonio Berni: cuatro de las obras son puestas en escena en la tradición de la figura de Juanito Laguna, uno de los protagonistas de la obra de Berni. Como modelo para encarnar a la figura de Juanito, Luna eligió a la galerista Fernanda Laguna. La hizo posar sobre un basural gigante, y puso como fondo, en un caso, la silueta desolada de Buenos Aires, en otro una imagen triste de un suburbio pobre; en un tercero un cielo rojo oscuro con el cual toda la escena parece trasladada a otro planeta. Con esas obras de crítica social, el artista expresa su convicción de que la humanidad y la belleza existen aun en las situaciones más desesperadas.


Luna cita a Blanes en “La fiebre amarilla”.

La “Manifestación” de Berni es trasladada al hoy de una manera impresionante. Los manifestantes silenciosos en primer plano, detrás una multitud oscura de personas, una franja de luz, unas fachadas de casas fantasmales, y un cielo salvajemente iluminado crean una atmósfera densísima, llena de significado: la calma que precede la tormenta.

“El despertar de la criada” de Eduardo Sivori, actualizado por Luna, se llama “El despertar de la soltera”. Es el retrato de una mujer moderna, segura de sí misma, cuya vida como “single” es una elección propia. Según el artista, suavizó un poco el terrible “La fiebre amarilla” de Juan Manuel Blanes: la madre muerta echada en el piso parece haber caído en un sueño extasiado. Pero la cara iluminada del niño más grande, que mira con tanta confianza y esperanza a los médicos que entran a la pieza, parece demostrar todos los horrores que tienen que sufrir los niños en el mundo, sin tener la más mínima posibilidad de defenderse.

La belleza y el sufrimiento se unen de manera sutil en la obra de Leonel Luna. Con los universos artificiales de sus foto-montajes crea distancia, pero logra a la vez que el espectador se acerque de manera inmediata a sus obras. Luna “cita” a sus clásicos con una mirada crítica y sentido de humor, les da una chispa explosiva trasladándolos a la actualidad, y así plantea preguntas existenciales.

Publicado en “Argentinisches Tageblatt” el 21/9/2002.

Escriba un comentario