Ausencia de sujeto: una nueva definición del retrato fotográfico
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Imágenes de August Sander y Michael Somoroff en el Centro Cultural Recoleta
En el marco del Festival de Fotografía Encuentros Abiertos – Festival de la Luz 2014 se podrá visitar la muestra “Ausencia de sujeto” en la Sala 4 del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930, Buenos Aires). Estará entre el 12 de agosto y el 21 de septiembre de 2014, de lunes a viernes de 13 a 20 horas y sábados, domingos y feriados de 11 a 20 horas, con entrada libre.
La serie “Ausencia de sujeto” del fotógrafo estadounidense Michael Somoroff es un conmovedor homenaje a “People of the 20th Century”, el monumental trabajo del legendario fotógrafo alemán August Sander. Somoroff se vale de la manipulación digital para sacar de la foto lo que siempre se creía que era un elemento esencial del retrato: el sujeto.
Curada por Diana Edkins y Julian Sander, y organizada por Admira (Milán) en colaboración con FEROZ Galerie (Bonn) y el Goethe-Institut, la muestra cuenta con el auspicio de la Embajada de Alemania.
Somoroff pudo ver a Sander (1876-1964) en 2003 en el MoMA neoyorquino. La obra original de Sander –parte de la cual también se incluye en esta exhibición– se compone de una larga serie de retratos meticulosamente compuestos que hablan del orden jerárquico de la sociedad alemana presentando a los sujetos no tanto como individuos sino de acuerdo a un catálogo tipológico que incluye todas las ocupaciones, profesiones, clases.
“Ausencia de sujeto” permite revisionar la obra de Sander explorando la ambigüedad de las nociones de realidad y verdad en la fotografía. Con ayuda de la tecnología digital, en cada una de las cuarenta fotografías que seleccionó, Somoroff borró a los sujetos dejando únicamente el fondo de la imagen. Borró de la foto lo que siempre se creía que era un elemento esencial del retrato: el sujeto. El fondo de la imagen se vuelve así el motivo principal.
Las nuevas imágenes creadas por Somoroff enfatizan el poder persuasivo y las cualidades estéticas presentes en la obra de Sander aun cuando falta el elemento principal dado por el sujeto. Es un tipo de fotografía al que no estamos acostumbrados y en la que confluyen la casualidad y la aprobación. Estos trabajos sumergen al espectador en una poética del silencio, llevándolo a reflexionar sobre sí mismo como sujeto.
August Sander es considerado el más importante fotógrafo retratista alemán de comienzos del siglo XX. El primer libro de Sander, “Rostro de nuestro tiempo”, fue una controvertida publicación sobre el retrato colectivo de la sociedad alemana que se publicó en 1929 para ser ampliada más tarde con el trabajo al que el fotógrafo dedicó toda su vida: “Menschen des 20. Jahrhunderts” (People of the 20th Century). “Rostro de nuestro tiempo” contenía una selección de sesenta retratos y pretendía mostrar un perfil representativo de la sociedad durante la República de Weimar.
Sander intentó crear un ensayo fotográfico que incluyera todas las ocupaciones, profesiones y clases que formaban la estructura social del país en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial. Llegó a crear un catálogo tipológico de alemanes de más de seiscientas fotografías. Se colocaba a los sujetos en una postura formal y se los identificaba solo por un pie de foto que especificaba sus referencias sociales. Sander quería crear un retrato universal del género humano, una documentación monumental de “tipos” de personas que permitiera una mejor comprensión de los cambios en aspectos como clase, raza, profesión, etnia y otras construcciones de identidad.
Michael Somoroff, hijo del eminente fotógrafo Ben Somoroff, nació en Nueva York en 1957. Estudió Arte y Fotografía en la New School for Social Research y también aprendió ayudando a su padre en el interior de su estudio, en el exterior y en la cámara oscura. En 1978, a los 21 años, abrió su propio estudio y poco después empezó a trabajar para prestigiosas revistas en Estados Unidos y Europa. En octubre de 1979 tuvo lugar la primera exposición del artista en el Centro Internacional de Fotografía de la ciudad de Nueva York, bajo la supervisión personal de Cornell Capa, quien lanzó la carrera del joven Somoroff. En 1980 se trasladó a Europa y trabajó en Londres, París, Milán y Hamburgo. Entre sus mentores más importantes se cuentan el fotógrafo Gyula Halász (más conocido como Brassaï), Andreas Feininger, Louis Faurer y Andre Kertész.
Desde que regresó a Nueva York a finales de los 80, Michael Somoroff se ha dedicado en profundidad a la investigación y a su producción artística. Además, imparte charlas y colabora con instituciones culturales de todo tipo para crear programas que utilicen el arte como una herramienta para mejorar la comunicación entre las personas y las comunidades. Somoroff está presente en muchas e importantes colecciones de arte repartidas por todo el mundo, entre otras la del Museo de Arte Moderno de Nueva York, la del Museo de Bellas Artes de Houston (Texas) y la Smithsonian Institution de Washington.