Terror blandito

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Los dibujos y esculturas blandas de Pablo Peisino en Elsi del Rio

Por Susanne Franz

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El artista cordobés Pablo Peisino trabaja como portero en un garage privado. Lo bueno es que por allí abajo tiene un espacio pequeño de unos 2×3 metros que le sirve de atelier. En su tiempo libre, se lo encuentra ahí sentado, cosiendo objetos. Últimamente, la mayoría son huesos. Hay una montaña enorme de estos huesos en el piso de la galería de arte Elsi de Río en Palermo Hollywood, que el 8 de marzo inauguró la temporada 2006 con la muestra “Mutantópolis” de Pablo Peisino. Hay huesos más grandes, y huesos más chicos, casi todos grises. Parecen suaves como peluches —y tan macabros como una fosa común.

Las otras esculturas blandas de Peisino son igual de explosivas. Por ejemplo un pie, cortado por arriba del tobillo, que está parado al lado del zócalo. La superficie de arriba está cubierta con tela roja. No es nada dulce, tampoco, un muñeco de un metro y medio, colgado en la pared, que se destaca por una trompa tipo máscara de gas. Con sus esculturas, Peisino crea un campo de tensión entre el material suave que invita a tocarlo, y los objetos medio patéticos, medio terroríficos hechos con este material. Lo que perturba es que no se trata de la conocida tensión forma-contenido, sino una rara tensión forma-forma.

Además de su trabajo de portero, el artista trabaja en una librería de comics de Córdoba. Es este género el que influye más en sus dibujos, que completan la muestra. Con toda intención, Peisino emplea un estilo torpe que da un aire tierno a los contenidos pesimistas: luchadores en un futuro apocalíptico, un pianista que toca su último concierto frente al ocaso, un chico y un perro al lado de una montaña de huesos, una araña que se acerca a su víctima enredada sin remedio para comérsela. Otra vez crea una tensión que sacude al espectador.

La obra de Peisino es oscura y a la vez prosaica, no es una llamada a cambiar el mundo antes de que sea demasiado tarde, sino una certeza estoica de que ya no hay nada que hacer al respecto. Y aunque los trabajos del artista poseen humor, no está haciendo ningún chiste. Sin embargo, se detecta una pizca de esperanza en la elección de los materiales y métodos: la suavidad de las telas en las esculturas y la ligera torpeza de los trazos en los dibujos podrían significar algo de fe en un margen de acción en el aquí y ahora.

En el mes de mayo, la galería Elsi del Rio va a mostrar la interesante obra de Pablo Peisino en el marco de la feria arteBA.

Pablo Peisino, “Mutantópolis”. Elsi del Río Arte Contemporáneo, Arévalo 1748, Palermo Hollywood. Mar-Vie 15-20, Sab 11-14 hs. Hasta 15.4.

Este artículo salió (en idioma alemán) el 25/3/2006 en el “Argentinisches Tageblatt”, y (en castellano) en http://elsidelrio.blogspot.com.

Interaktiver Mais

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“El choclo interactivo” – eine Intervention von Martín Bonadeo an der “Galería del Poste” des Centro Cultural Rojas

Von Susanne Franz


Tauben in “Interaktion” mit dem Werk Martín Bonadeos.

“Nach welchen ästhetischen Kriterien geht eine Taube, die auf dem Sims eines neoklassizistischen Hauses nistet, vor, wenn sie ihre Nahrungsmittel auswählt?” Diese Frage hat der argentinische Künstler Martín Bonadeo zum Ausgangspunkt seiner Intervention “El choclo interactivo” (Interaktiver Mais) gemacht, die seit dem 2. Dezember in der “Galería del Poste” des Centro Cultural Rojas zu sehen ist (noch bis zum 23. Dezember).

Die “Galería del Poste” ist ein Laternenpfahl draußen auf der Straße vor dem Kulturzentrum Ricardo Rojas auf der Avenida Corrientes 2038. Die Idee, an diesem ungewöhnlichen Ort Kunstaktionen durchzuführen, stammt von der Künstlerin Lucrecia Urbano, die auch die mitwirkenden Künstlerkollegen einlädt, Interventionen des Laternenpfahls vorzunehmen (vor Martín Bonadeo waren es bisher Mauro Giaconi, Mariela Yeregui, Uschi Gröppel und Lorraine Green). Das Projekt führt Lucrecia Urbano in Zusammenarbeit mit der Kuratorin des Centro Cultural Rojas, Eva Grinstein, durch, und mit der offiziellen Erlaubnis des für die Beleuchtung zuständigen städtischen Generalsekretariats (“Dirección General de Alumbrado Público del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”). Warum diese originelle Idee entstanden ist (für die Urbano Anregung bei einer ähnlichen Aktion in Rio de Janeiro fand)? Weil ihr und Grinstein die Umbauarbeiten der Galerie im Inneren des Kulturzentrums Rojas zu lange dauerten und sie etwas in Bewegung bringen wollten.

Bewegung ist in den letzten Wochen vor allem in die Tauben-Bevölkerung des Stadtteils gekommen. Martín Bonadeo ist schon vor Beginn seiner Intervention einige Tage lang immer zur gleichen Zeit mit Mais zum Centro Cultural Rojas gefahren, um die Tauben durch regelmäßiges Futter-Angebot auf das Kommende vorzubereiten. Erst zögerten diese etwas, da ein Herr an der anderen Straßenecke schon seit viel längerem eine zuverlässige Futterquelle bot, aber dann kamen sie doch.

Bonadeo verkleidete dann den Laternenpfahl, bzw. die “Galería del Poste”, vom Boden bis in eine Höhe von etwa zwei Metern mit Maiskolben verschiedener Arten und Qualitäten. Bislang konnte er einige interessante Beobachtungen machen: Die Tauben ziehen perfekte (also genetisch manipulierte) Maiskolben denjenigen vor, die kleine Unebenheiten oder Unsauberkeiten aufweisen, ebenso wie die Menschen, die oft in der Nacht kommen und Maiskolben vom Laternenpfahl stehlen (so dass das Mais-Angebot ab und zu erneuert werden muss). Außerdem picken sie nicht etwa hier und da, sondern fressen den Kolben fein säuberlich ab, den sie begonnen haben.

Bleibt die Frage, ob die fliegende Bevölkerung nach Ende der Intervention weitere Laternenpfähle in ihrer Umgebung nach einem eventuellen maisfarbenen Pixelfeld absuchen wird. Über die ästhetischen Kriterien der Tauben konnten bislang nämlich noch keine nennenswerten wissenschaftlichen Erkenntnisse gewonnen werden.

(Martín Bonadeo, “El choclo interactivo”. “Galería del Poste” des Centro Cultural Rojas, Av. Corrientes 2038. Bis Freitag, 23. Dezember.)

“El choclo interactivo”

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“El choclo interactivo” – una intervención de Martín Bonadeo en la “Galería del Poste” del Centro Cultural Rojas

Por Susanne Franz


Palomas “interactuando” con la obra de Martín Bonadeo.

“¿Qué criterios estéticos utiliza una paloma que anida en la cornisa de un edificio neoclásico a la hora de alimentarse?” Esa pregunta fue el punto de partida de la intervención “El choclo interactivo” del artista argentino Martín Bonadeo, que se puede ver desde el 2 de diciembre (y hasta el 23) en la “Galería del Poste” del Centro Cultural Rojas.

La “Galería del Poste” es un poste de luz común y corriente en la vereda del Centro Cultural Ricardo Rojas, Avenida Corrientes 2038, Buenos Aires. Fue la artista Lucrecia Urbano quien tuvo la idea de organizar eventos artísticos en ese lugar poco usual, y es ella la que invita a otros artistas a participar e intervenir el espacio (antes de Martín Bonadeo fueron Mauro Giaconi, Mariela Yeregui, Uschi Gröppel y Lorraine Green los que hicieron acciones alrededor del “Poste”). Urbano lleva a cabo el proyecto junto con Eva Grinstein, la curadora del Espacio de Arte del Centro Cultural Rojas. Cuentan con un permiso oficial de la “Dirección General de Alumbrado Público del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”. La idea original —estimulada por una acción parecida que vio Lucrecia Urbano en Rio de Janeiro— cobró vida porque se hicieron muy largas las refacciones de la Galería de Arte en el interior del Rojas, y Grinstein y Urbano quisieron poner algo en movimiento.

Hay bastante movimiento últimamente en la población de palomas de la zona. Ya antes de empezar con su intervención, Martín Bonadeo fue al lugar durante algunos días, siempre a la misma hora, para ofrecer maíz a las palomas. Para acostumbrarlas a lo que vendría. Primero titubeaban un poco, porque un señor de la otra esquina ofrecía desde hacía un tiempo una fuente de alimento confiable. Pero terminaron viniendo.

Después, Bonadeo “vistió” el poste de luz, perdón, la “Galería del Poste”, desde el piso hasta una altura de más o menos dos metros con choclos de diversas calidades y variedades.

Pudo hacer algunas observaciones interesantes: las palomas prefieren los choclos perfectos y simétricos (los transgénicos) a los autóctonos que tienen pequeñas irregularidades, como las personas que muchas veces vienen de noche a robar choclos (por eso, hay que reponer la oferta de choclos de vez en cuando). Además, las palomas no suelen picotear varios choclos a la vez, sino que comen muy prolijamente el choclo con el que empezaron.

Queda la pregunta de si la población voladora —después de que termine la intervención— va a seguir chequeando los postes de luz en su vecindario por una posible grilla de píxeles color maíz. Es que, sobre los criterios estéticos que administran las palomas a la hora de comer, no se pudo todavía obtener conocimientos científicos confiables.

(Martín Bonadeo, “El choclo interactivo”. “Galería del Poste” del Centro Cultural Rojas, Av. Corrientes 2038. Hasta el viernes 23 de diciembre.)

El artículo fue publicado también en TamTam.

Schwierige Konstruktion der Identität

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Carola Zechs Intervention “in-migración, migración, e-migración (un viaje eterno)” bei “Estudio Abierto 2005 – Puerto”

Von Susanne Franz

Für die in Argentinien geborene Bildhauerin Carola Zech ist der künstlerische Beitrag, den sie in diesem Jahr zu dem von der Stadt Buenos Aires veranstalteten Kunst-Event „Estudio Abierto“ geleistet hat, eine höchst persönliche Angelegenheit. Ausgehend vom Standort Hafen ist eines der zentralen Themenkomplexe von „Estudio Abierto“ die Einwanderung und die komplexe Identitätsfindung der Argentinier, die fast alle von Einwanderern abstammen. Carolas vier Großeltern waren allesamt Deutsche.

“Als mir zum ersten Mal ein Marineangestellter die Anlegestelle ‘Apostadero Naval’ zeigte und den Weg, den die Einwanderer vom Schiff aus bis zum ‘Hotel de Inmigrantes’ gegangen sind, erschienen vor meinem geistigen Auge die Gesichter meiner Großeltern”, erzählt Carola bewegt. Die Großeltern, die sich nie von der Vorstellung ihrer verlassenen Heimat lösen konnten, die ihre Häuser so einrichteten, wie sie in Deutschland gewohnt hatten, die Deutsch mit ihrer Enkeltochter sprachen, wogegen diese sich wehrte. “Es war schwer für mich, meine Wurzeln zu akzeptieren”, sagt Carola. Ihre Eltern, bereits in Argentinien geboren, hätten sich gut angepasst, aber sie selbst habe Schwierigkeiten mit ihrer Identitätsbestimmung gehabt. Erst Reisen und lange Aufenthalte in Deutschland, Besuche der Orte, wo ihre Großeltern gelebt hatten (die selbst nie mehr nach Deutschland zurückgekehrt waren), führten zur endgültigen “Rückkehr” nach Argentinien und dem Akzeptieren, dass für immer zwei Seelen in ihrer Brust schlagen würden.

Carola Zechs Projekt „in-migración, migración, e-migración (un viaje eterno)“ für „Estudio Abierto 2005“ ist eine Intervention der Tür des “Hotel de Inmigrantes” und des dahinterliegenden Eingangsbereichs. Auf die Tür bzw. den Boden aufgeklebte Plastikfolien weisen die Farben der deutschen und der argentinischen Flagge auf. Die beiden Fahnen lösen sich auf, eine geht in die andere über, aber nicht in einem linearen, sondern in einem organischen Prozess. Am Ende steht eine Fahne, in der alle Bestandteile gemischt sind (“Meine persönliche Flagge!”, sagt Carola).

Auf den farbigen Folienstreifen stehen Wörter und Satz-Fetzen wie “einer für den anderen”, “einer neben dem anderen”, “einer ohne den anderen”, auf Deutsch oder auf Spanisch oder in einer Mischung der beiden Sprachen. Immer geht es um räumliche und affektive Beziehungen von Menschen, um das Zerreißen oder den Aufbau von Verbindungsnetzen. Dabei sind die Buchstaben, die eine andere Farbe als der Hintergrund aufweisen, entweder aufgeklebt, oder aber Carola arbeitet mit der Aussparung des Platzes, der für einen Buchstaben freigemacht wird, dem Negativ. „Auswandern bedeutet immer, einen leeren Platz dort zu hinterlassen, wo man weggegangen ist, und dort, wo man ankommt, einen neuen Ort zu füllen“, so Carola.

Der schmerzliche Prozess der Konstruktion einer neuen Identität, den die Einwanderer erlebt haben und der sich in den Enkelgenerationen fortsetzt, findet im Werk Carola Zechs eine sensible Beschreibung. Dabei ist hoch interessant, dass die Bildhauerin Zech für dieses Projekt die Sprache einer flüchtigen, vergänglichen Kunst gewählt hat. Sie arbeitet wohl weiter im Raum, aber ihre Intervention ist wie eine Skulptur ohne Objekt – die Dreidimensionalität entsteht durch die Bewegung im Raum, die der Zuschauer erzeugt, wenn er sich über, neben, entlang, an Carolas Werk vorbei bewegt.

Die Konstruktion des Raums durch die Bewegung, und die daraus resultierende Konstruktion der Zeit, sind die Bestandteile, mit denen dieses Werk Carola Zechs von jedem einzelnen Betrachter ergänzt wird. Und man könnte vielleicht noch hinzufügen, dass jeder durch seine eigene Biographie auch zu der Konstruktion einer gemeinsamen Geschichte beiträgt.

Um ihr flüchtiges Kunstprojekt “festzuhalten”, möchte Carola Zech gerne ein Buch veröffentlichen, in dem neben einer Dokumentation der Intervention auch Hintergrundinformation über die deutsche Einwanderung zur Verfügung stehen soll. Um dieses Buchprojekt zu verwirklichen, hat sie um Mittel bei der deutschen Botschaft gebeten. Außerdem träumt sie davon, die gleiche oder eine ähnliche Ausstellung in Deutschland durchzuführen – am Abfahrtsort ihrer Großeltern.

(“Estudio Abierto 2005 – Puerto”. Apostadero Naval/Museo Hotel de los Inmigrantes, Av. Antártida Argentina 1201, und andere Standorte in Puerto Madero. 14-23 Uhr. Bis 4.12.)

Der Artikel erschien am 03.12.05 im “Argentinischen Tageblatt”.

Una compleja construcción de la identidad

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La intervención in-migración, migración, e-migración (un viaje eterno)” de Carola Zech en “Estudio Abierto 2005 – Puerto”

Por Susanne Franz

Para la escultora argentina Carola Zech, su participación de este año en el evento Estudio Abierto de la ciudad de Buenos Aires es una de sus apuestas personales más importantes. Tomando como punto de partida el puerto, uno de los temas centrales de Estudio Abierto es la inmigración y la compleja búsqueda de la identidad de los argentinos, que en su mayoría son descendientes de inmigrantes. De hecho, los cuatro abuelos de Carola son alemanes.

“Cuando uno de los oficiales de la Marina me mostró el Apostadero Naval y caminamos por donde iban los inmigrantes desde el barco hasta el Hotel de Inmigrantes, se me vinieron a la cabeza las caras de mis abuelos”, cuenta Carola conmovida. Los abuelos, esos que nunca pudieron liberarse de la idea de su patria abandonada, que equiparon su casa de manera similar a como vivían en Alemania, que hablaban alemán con su nieta, que a su vez no quería saber nada con eso. “Fue difícil para mí aceptar mis raíces”, dice Carola. Sus padres, ya nacidos en Argentina, lo pudieron llevar bien, agrega, pero ella tuvo problemas para construir su identidad. Solo después de viajar y pasar largos períodos en Alemania, visitar los lugares donde habían vivido sus abuelos (quienes nunca más volvieron a Alemania), logró un “regreso” definitivo a la Argentina y aceptó que iba a llevar por siempre en su corazón las dos almas.

El proyecto de Carola Zech “in-migración, migración, e-migración (un viaje eterno)” en el marco de Estudio Abierto 2005 consiste en intervenir la entrada del Hotel de Inmigrantes y del espacio que lo rodea. Las estampas pegadas sobre la entrada y el piso llevan los colores de las banderas alemanas y argentinas. Ambas banderas se entrecruzan una sobre la otra, pero no de forma lineal, sino que conforman un tejido orgánico. Al final hay una bandera en que se mezclan todos los fragmentos (“¡Mi bandera personal!”, dice Carola).

En las estampas hay palabras y frases, como “uno para el otro”, “uno junto al otro”, “uno sin los otros”, tanto en español como en alemán, o también mezclando los dos idiomas. Se trata siempre de relaciones espaciales y afectivas entre los hombres, de la construcción o el desgarramiento de los vínculos afectivos.

También hay pegadas letras que tienen un color distinto del fondo o que Carola trabajó en negativos dejando un lugar en blanco donde debía haber algunas letras. “Emigrar siempre significa dejar un lugar vacío cuando uno se ha ido, y llenar uno nuevo al que uno ha llegado”, afirma Carola.

La obra de Carola Zech describe sensiblemente el doloroso proceso de construcción de una nueva identidad que los inmigrantes vivencian y que continúa en la generación de los nietos. Resulta interesante que la escultora haya elegido para este proyecto el lenguaje de arte fugaz, efímero. Si bien la artista ocupa toda la sala, su intervención es como una escultura sin objeto. La tridimensionalidad lo logra el propio observador en la medida que se mueve en el espacio atravesando, rodeando la obra de Carola.

La construcción del espacio a través del movimiento y, por ende, la construcción del tiempo son los componentes con los que cada observador completa la obra de Carola Zech. Y uno podría agregar que cada biografía en particular contribuye a la construcción de una historia común.

Para “continuar” su proyecto migrante, Carola Zech tiene ganas de publicar un libro que recopile la inmigración alemana en Argentina junto con la documentación de su intervención. Para poder realizar este libro, la artista solicitó el apoyo de la Embajada alemana en Buenos Aires. Además, sueña con poder realizar una exposición similar en Alemania, en el lugar desde donde emigraron sus abuelos.

(“Estudio Abierto 2005 – Puerto”. Apostadero Naval/Museo Hotel de los Inmigrantes, Av. Antártida Argentina 1201, y otros sitios de Puerto Madero. Horario: 14-23. Hasta el 4 de diciembre)

Este artículo se publicó el 3 de diciembre de 2005 en “Argentinisches Tageblatt”.

Paradiesische Zustände

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Himmlische Ausstellung von Miguel Rothschild bei Ruth Benzacar

Von Susanne Franz
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Triumphbögen des Konsums, errichtet aus leeren Lebensmittelverpackungen, und sechs wie Kirchenfenster leuchtende, große Hinterglas„malereien“, drei voller paradiesischer Leckereien, drei voll höllischer Zigarettenmarken, Streichholzschachteln und Firmenlogos fallen als erstes ins Auge, wenn man die Galerie Ruth Benzacar dieser Tage betritt. Alles so schön bunt hier! „Ich übe keine Kritik am Konsum“, sagt der seit 14 Jahren in Berlin lebende argentinische Künstler Miguel Rothschild, der regelmäßig in der renommiertesten Galerie von Buenos Aires ausstellt. Konsum existiere eben, zuckt der 42-Jährige mit den Schultern. Zur Eröffnung seiner Ausstellung „Celestial“ (Himmlisch) am 3. August ist er extra in die argentinische Hauptstadt gereist. Himmel und die Hölle als Antagonistin des Paradieses sind die Themen, mit denen sich seine hier gezeigten Werke befassen. „Aber light“, sagt der Künstler entspannt, „für mich ist auch die Hölle light.“­

Eine Wand hat Rothschild aus Kartons der Eis-Marke „Paradies“ errichtet. Sie dient als eine Art Raumteiler und grenzt eine Videoleinwand ab, auf die er Fotos projiziert: Schnappschüsse, die er überall in der Welt von Läden oder Schildern gemacht hat, die den Namen „Paradies“ tragen. Es handele sich um ein „Work in Progress“, erzählt der Künstler, der weltweit weiter Bilder mit dem Motiv sammelt.
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Auch Rothschilds Gemälde spielen sich in Himmeln ab. Die beiden 58 x 58 cm großen Werke „La noche que vio las estrellas“ (Die Nacht, die Sterne sah) I und II wirken wie Momentaufnahmen vom Big Bang. Der Künstler beschreibt die zackenförmig auseinanderstrebende Schwärze so: „Es sieht so aus, als hätte ich die Nacht auf die Leinwand geschleudert.“ Wie in allen ausgestellten Gemälden prägen auch hier Comic-Elemente das Bild: In einem Fall begleiten ausgeschnittene Sternchen das auseinanderrasende Schwarz, in dem anderen lautmalerische Interjektionen wie „Blof!“ oder „Kawumm!“­

Titel wie Wettervorhersagen haben zwei weitere der relativ kleinformatigen Gemälde: „Nubosidad variable. Vientos moderados del sector norte“ (Bewölkt, leichte Nordwinde) zeigt einen dunklen Himmel voller Wolken, in dem Denkblasen hochsteigen. „Die Gedanken der Menschen schweben nach oben und brauen sich zu einem Sturm zusammen“, sagt Rothschild. In „Inestable con lluvias aisladas hacia la noche“ (Unbeständig, Schauer am Abend) hat sich der Sturm bereits entladen und ein Regen in Form von Ausrufezeichen fällt auf die Erde.­ In dem großformatigen Bild „Celestial“ (200 x 300 cm) erhellen statt Sternen gezackte gelbe Preisschilder die Nacht.
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Rothschild beschreibt mit subtilem Humor, was in der globalisierten Welt als Paradies vorgegaukelt und vor allem – verkauft wird. Dabei weint er weder um eine verlorene Idylle noch drückt er eine utopische Sehnsucht aus. Er zeigt die Dinge, wie sie sind. Von einer wunderbaren Ästhetik, besitzen seine Werke die Energie einer aufziehenden Gewitterfront.

(Miguel Rothschild, „Celestial“. Ruth Benzacar, Florida 1000. Mo-Fr 11.30-20, Sa 10.30-13.30 Uhr. Bis 3.9.)

Der Artikel erschien am 13.8.05 im “Argentinischen Tageblatt.

Noticias desde el Paraíso

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Muestra “Celestial” de Miguel Rothschild en Ruth Benzacar

Por Susanne Franz
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Lo primero que atrapa la vista cuando uno entra a la Galería Ruth Benzacar en estos días, son unos arcos de triunfo del consumo, formados por cajas de alimentos vacías, y seis obras en vidrio luninosas como ventanas de una iglesia: un tríptico constituido por una variedad de cosas paradisíacas, otro lleno de marcas de cigarrillos, cajas de fósforos, logos de empresas y otras cosas “infernales” por el estilo. En seguida, uno asocia una canción de Nina Hagen que ironiza sobre la faz del consumo en el oeste: “Alles so schön bunt hier!” (“¡Qué colorido está todo por aquí!”). “Mi obra no es una critica al consumo”, aclara el artista Miguel Rothschild, argentino que vive en Berlín desde hace 14 años, y que expone su obra con regularidad en la galería de arte más prestigiosa de Buenos Aires. “El consumo simplemente existe”, dice Rothschild con desdén. Su muestra “Celestial” con obras recientes que se ve en Ruth Benzacar trata en torno al cielo y el infierno como antagonista del paraíso. “Pero todo es light”, atenúa el artista, “para mi, hasta el infierno es light.”

Cerca de la entrada, Rothschild ha construido una pared con cartones de la marca de helados “Paradies” (Paraíso). Funciona como una división del espacio, que aparta un sector de la galería dónde se proyectan imágenes sobre una pantalla de video. Son fotos de negocios, panaderías, restaurantes, etc., que se llaman “Paradies” o “Paradise” o “Paraíso”, o simplemente de señales que llevan el nombre. “Es un ‘work in progress'”, cuenta Miguel Rothschild, que sigue coleccionando las imágenes paradisíacas en todo el mundo.

También las pinturas que expone Rothschild tienen cielos como trasfondo. Las dos obras “La noche que vio las estrellas” I y II (de 58 x 58 cm) parecen imágenes del Big Bang. El artista describe ese negro que se extiende desde un centro en forma de púas: “Parece como si hubiera estrellado la noche contra el lienzo.” Como en todas las pinturas expuestas, también aquí predominan elementos de historietas: en una obra hay estrellitas recortadas de papel que acompañan el negro vertiginoso, en la otra son interjecciones onomatopéyicas como “Blof!” o “Kawumm!”­

Dos de esas obras relativamente pequeñas tienen títulos como pronósticos del tiempo: “Nubosidad variable. Vientos moderados del sector norte” muestra un cielo oscuro, nublado, lleno de globitos de pensamiento. “Las ideas de las personas suben en el cielo y se conglomeran hasta formar una tempestad”, dice Rothschild. En la obra “Inestable con lluvias aisladas hacia la noche”, este temporal ya se ha desatado y una lluvia de signos de admiración recortados cae a la tierra. En la obra de gran tamaño “Celestial” (200 x 300 cm), no son los astros celestiales los que iluminan la noche, sino etiquetas de precios amarillas de varios tamaños que tienen forma de estrellas.

Rothschild describe con humor sútil la idea del “Paraíso” que se proyecta —y más aún, se vende— en el mundo globalizado. Ni llora por un idilio perdido ni expresa un deseo utópico específico. Presenta las cosas como son. Sus obras, de una belleza y estética maravillosas, vienen con toda la energía de un frente de tormenta amenazador.
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(Miguel Rothschild, “Celestial”. Ruth Benzacar, Florida 1000. Lun-Vie 11.30-20, Sab 10.30-13.30 hs. Hasta 3.9.)

Artículo publicado en el “Argentinisches Tageblatt” el 13/8/05.

“Es gibt keine perfekte Welt” (2002)

Eine Anthologie der Künstlerin Ana Eckell im Centro Cultural Recoleta

Von Susanne Franz

Werk von Ana Eckell

Ana Eckell ist viel gereist und hat in der ganzen Welt ihre Werke ausgestellt. Sie hat Argentinien auf der Biennale von Paris 1984 vertreten und 1985 in Sao Paulo, und sie zeigt Teile der „Wände”, die sie bei diesen renommierten internationalen Kunst-Treffen präsentierte, nun im Rahmen der anthologischen Ausstellung „La voz del agua” im Centro Cultural Recoleta; dazu Gemälde mit vorgebauten Schachteln, die bei der Biennale ARCHE in Buenos Aires 1983 zu sehen waren, ihre „blaue Periode” von 1987/88, ihre Produktion der 90er Jahre, bekannt von einer bedeutenden Ausstellung im „Museo Nacional de Buenos Artes”, bis hin zu sehr zurückgenommenen Bildern von 2000 und 2001, in denen die Künstlerin, in deren Werk das Übereinanderschichten von verschiedenen Perspektiven und Ebenen eine Hauptrolle spielt, wie durch einen Nebel Konturen und Szenen erahnen lässt.

Werk von Ana EckellSie habe diese Bilder vor den Attentaten vom 11. September 2001 gemalt, sagt Ana, als sie auf die Parallelen zu den Anschlägen in diesen Werken angesprochen wird, aber sie seien fast so etwas wie eine Vorahnung gewesen. Als ihr Lebenspartner sie an dem schrecklichen Tag angerufen und ihr von den Attentaten erzählt habe, habe sie den Femseher angemacht, die gigantischen Staubwolken gesehen und ihr sei klar geworden: „Das ist es!” „Die Welt befindet sich in einem Veränderungsprozess”, sagt Ana, „vielleicht muss erst alles in sich zusammenfallen, bevor etwas Neues entstehen kann.” Auch in ihren Texten, die innerhalb der Retrospektive einen wichtigen Stellenwert einnehmen, wird dieses Thema immer wieder aufgegriffen.

Mensch sein in Krisenzeiten

Werk von Ana EckellZu diesem schmerzlichen Prozess zählt auch die aktuelle Krise in Argentinien. Die Auswirkungen spürt Ana Eckell am eigenen Leibe, wie fast alle Argentinier – das wird deutlich, wenn sie von den Schwierigkeiten berichtet, die Ausstellung auf die Beine zu stellen, und von ihrem festen Willen, „trotz allem etwas zu tun”.

Aber auch die empfindlichen Sensoren ihrer sensiblen Künstlerseele sind auf Empfang, etwa wenn sie sich fragt, ob denn die momentane Situation nicht realistischer sei als die vorgegaukelte Erste-Welt-Zugehörigkeit der letzten Jahre. „Unsere Situation ist unbequem, aber das Leben an sich ist unbequem”, philosophiert Ana. Ordnung sei doch nur eine Fiktion, die jeden Moment kaputtgehen könne. „Hier leben wir realistischer”, zieht sie ihr Fazit, „Leben ist immer prekär.” Nachdenklich fügt sie hinzu:„Ich glaube, es gibt keine perfekte Welt.” Überall, in allen Ländern, die sie bereist habe, würden die Menschen klagen. Das liege wohl daran, dass „wir Menschen eben nicht perfekt” seien.

Geschichte aufarbeiten

Werk von Ana Eckell„Man braucht immer auch Humor, um mit schwierigen Themen fertig zu werden”, sagt Ana Eckell – übrigens in ausgezeichnetem Deutsch -, zum Beispiel über ihre Bilderserie „La batalla de San Ramón” von 1984. Die großformatigen Werke seien in Anlehnung an die Schlachtenbilder des Renaissancemalers Uccello entstanden, aber die Pferde sähen bei ihr eher aus wie Karussellpferde, lacht sie.

In ihren Werken der frühen 80er Jahre habe sie die repressiven 70er verarbeitet, das Klima der Zensur, das geherrscht habe, als sie, damals schon mit dem beendeten Kunststudium, ihre Künstlerkarriere begonnen habe. Und 1982 habe der Malwinenkrieg einen starken Eindruck in der Gesellschaft hinterlassen.

Einen direkten Bezug zu historischen Ereignissen hätten ihre Werke zwar nicht, meint die Künstlerin mit dem blonden Kurzhaarschnitt, aber sie registrierten eben doch die Dinge, die sie kenne. „Es ist einfacher, die Dinge zu benennen, sie sind dann weniger schmerzhaft, man versteht sie besser”, erklärt sie ihre künstlerische Motivation, und fügt hinzu: „Ich habe mein Augenmerk nie auf punktuelle Ereignisse gerichtet, sondern auf (geschichtliche) Prozesse.”

Und die Zukunft?

Werk von Ana EckellDie Frage nach ihrem weiteren Weg drängt sich unwillkürlich auf, wenn man Ana Eckells jüngstes Bild „Salto de página” von 2002 betrachtet. Es ist eine Mischung aus weißlich-grauer Farbe und Textur, dahingeworfene Worte sind kaum noch sichtbar. Ihre Malerei, so groß und bunt und farbenprächtig einst, wird doch nicht etwa verschwinden? Ana ist überhaupt nicht beunruhigt. „Ich weiß nicht, was die Zukunft bringt, und ich will es auch gar nicht wissen!”, wehrt sie ab. Sie suche nie nach neuen Bildern: „Sie kommen zu mir, wenn ich dazu bereit bin”, beschreibt sie den kreativen Prozess, der sie zum Malen und Schreiben drängt. „Es gibt viele Dinge, die man im Moment vielleicht nicht versteht”, gibt sie zu bedenken, aber sie verlasse sich auf eines: „Das Leben ist ein perfektes Design.”

Der Artikel erschien am 25.5.2002 im “Argentinischen Tageblatt”.

Die Bilder stammen von Ana Eckells Webseite.

Ich sehe also bin ich

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Das Geheimnis im Werk von Gabriel Valansi

Von Susanne Franz

Werk von Gabriel ValansiAuf der Kunstmesse arteBA im vergangenen Mai 2004 sind die für den ersten Petrobras-Preis ausgewählten Kandidaten zu sehen. Der brasilianische Ölmulti ist jetzt Hauptsponsor der wichtigsten argentinischen Messe für zeitgenössische Kunst. Unter anderem hängt da an der Decke ein riesiges Mobilé aus sieben weißen Webcams an weißen, zu leichten Halbkreisen gebogenen Aluminiumstäben, das sich träge bewegt und dreht, wobei es die sich in der Umgebung abspielenden Ereignisse wie aus neugierigen Augen beobachtet. Die gefilmten Sequenzen werden von einem Videoprojektor abgespielt.

Wer betrachtet hier eigentlich wen?, steht als provozierende Frage im Raum, bzw. hängt von der Decke.

Die schöne Form des tanzenden, leisen Riesenspielzeugs verbirgt seine heimtückische Absicht und betont umso stärker die Aussage: Du wirst überwacht, wo Du gehst und stehst. Das elegante, hintergründige Kunstwerk macht darauf aufmerksam, wie sehr man sich bereits daran gewöhnt hat, überall gefilmt zu werden – in Kaufhäusern, Läden, auf der Straße – und wie klaglos man das hinnimmt.

Der Künstler heißt Gabriel Valansi, 1959 in Buenos Aires geboren. Es gelingt ihm nicht, die Jury für sich zu gewinnen, die den Hauptpreis an Sebastián Gordín vergibt.

Ich erinnere mich beim Betrachten des Mobilés daran, schon einmal fasziniert vor Werken Valansis gestanden zu haben, auf einer früheren arteBA-Messe, vor ein oder zwei Jahren, am Stand von Luisa Pedrouzo.

“Zeitgeist” hießen diese dunklen, verschwommenen Fotografien voll poetischer Dichte,

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Veo luego existo

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El secreto en la obra de Gabriel Valansi

Por Susanne Franz

Obra de Gabriel ValansiMayo 2004. En la feria arteBA se pueden ver los artistas elegidos para el primer premio Petrobras. La corporación petrolera brasileña es el nuevo sponsor principal de la feria de arte contemporáneo más importante de la Argentina. Entre otras obras, se ve, colgado del techo, un móvil de gran tamaño constituido por siete webcams blancas que cuelgan de varillas de aluminio también blancas y ligeramente curvadas. El conjunto se mueve y gira lentamente, mirando como con ojos curiosos las cosas que ocurren a su alrededor. Un proyector de video muestra simultáneamente las secuencias filmadas.

¿Quién mira a quién por aquí? Esta pregunta provocadora aparece de repente en el aire —literalmente.

La forma bella del juguete gigante bailando silenciosamente esconde su maligna intención y destaca así, aun con más fuerza, su mensaje: te están observando, donde sea que estés, donde sea que andes. La obra de arte elegante, subversiva, nos llama a la atención de qué manera ya nos acostumbramos a ser filmados en todas partes —en los supermercados, los negocios, la calle— y cómo lo aceptamos sin quejarnos.

El artista, Gabriel Valansi, nació en 1959 en Buenos Aires. No logra convencer al jurado, que otorga el primer premio a Sebastián Gordín.

Observando el “Móvil”, recuerdo haber estado parada frente a obras de Valansi en una de las ferias arteBA anteriores, hace un año o dos, en el stand de Luisa Pedrouzo.

Las fotografías borrosas, oscuras, denominadas “Zeitgeist”, tenían una densidad poética increíblemente impactante y abrumadora.

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Der rote Faden des Lebens

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Silvina Der-Meguerditchians Foto-Installation „RECONOCER“ in der Galerie Elsi del Rio

Von Susanne Franz

Mit viel Geduld entwirren die Hände im Schoß die Knäuel kompliziert ineinander verwobener Lebensfäden. Welcher dieser Fäden hat Bedeutung für mich, welcher hat sich hier eingeschlichen, bringt alles durcheinander, hat aber nichts mit mir zu tun? Wo ist er, der Leitfaden, in dem ich Ratschläge finden kann für mein Leben, wo ist der rote Faden, der sich durch mein Tun zieht und mir Kohärenz verleiht?

Zärtlich berühren die Hände die Fäden, probieren vorsichtig, eine Struktur in das unkontrollierbar scheinende Geflecht zu bringen. Ziehen mal hier, mal da, und kehren wieder zum Ausgangspunkt zurück, wenn sich Knoten zu bilden drohen. Nein, hier geht es nicht lang. Versuchen wir es auf einem anderen Weg.

Ausgangspunkt der Foto-Installation „RECONOCER“ (Wiedererkennen) der in Berlin lebenden argentinischen Künstlerin Silvina Der-Meguerditchian in der Galerie Elsi del Rio in Palermo ist die überdimensionale Fotografie einer Brust. An den Brustwarzen hängen Fäden, die auf dem Boden vor dem Foto kleine Woll-Berge bilden. Hier ist der Anfang, der Ursprung allen Lebens, die Mutter. Die Brust nährt und stellt den ersten Kontakt zur Außenwelt dar. Es geht um das Geben, aber auch um die Fähigkeit, zu nehmen.

Die Hände des erwachsenen Menschen suchen das mitgeschleppte Bündel zu entwirren. Mit den Fäden, die heraussortiert werden können, kann man etwas anfangen. Silvina montiert diese Fäden auf Fotos von Buenos Aires – ihre Heimatstadt, die sie als ungefähr 20-Jährige verlassen hat. Ein Telefon oder ein Stuhl wirken wie surrealistische Elemente auf den Bildern der Avenidas, vor der Szenerie der Großstadt.

Was mache ich mit meiner Identität, wenn ich den Hintergrund, vor dem ich sie entwickeln konnte, verlassen habe, scheint Der-Meguerditchian zu fragen. Die neue Stadt, das neue Land, wird nie diese Art von Heimat sein. Was ICH jetzt bin, hängt – unverstanden – in der Luft.

Die letzten Bilder der Installation sind auf transparentes Material montierte Szenen, in denen die Künstlerin wieder mit den Fäden arbeitet – nun auf einer abstrakteren Ebene, jenseits von Zeit und Raum, Wegen zur Identitätsfindung oder erfüllten bzw. unerfüllten Grundbedürfnissen.

Hier findet Silvina Der-Meguerditchians Installation einen runden Abschluss, der aber kein Ende sein muss. Denn Selbstfindung ist wie ein hermeneutischer Zirkel, in dem man – mit neuen Erkenntnissen, neuen Fragen oder im besten Fall neuen Sicherheiten – noch einmal von vorne losgehen kann – um es diesmal vielleicht besser zu machen.

(Bis 16. Mai bei Elsi del Rio, Arévalo 1748, Palermo Hollywood. Di-Fr 15-20, Sa 11-14 Uhr.)

Der Artikel erschien am 16.4.2005 im “Argentinischen Tageblatt”.